Hay que tener en cuenta, que uno de los principales riesgos vinculados a la inversión en las acciones es la incertidumbre sobre sus rendimientos.

RECUERDE:

  • Las acciones no tienen una rentabilidad conocida, ni tan siquiera predecible.
  • El comportamiento de una acción en el pasado no garantiza su evolución futura.
  • La evolución de la acción no depende sólo de la propia compañía, sino de factores ajenos como la situación de la economía, la evolución de otros mercados, de los tipos de interés, de la inflación, etc. Por eso puede ocurrir que algunas compañías con buenos resultados en sus negocios no vean aumentar su valor en bolsa.
  • No tienen plazo de vencimiento, por lo que la inversión sólo puede deshacerse mediante la venta de las acciones.