Vigile siempre sus inversiones. Las circunstancias bajo las que se ha realizado una inversión pueden cambiar a lo largo del horizonte temporal de esta. Observe la evolución de la inversión y vea si la rentabilidad es la esperada o si los riesgos se mantienen. Así podrá detectar las posibles situaciones que le podrían llevar a realizar ajustes en su cartera. Ejemplos pueden ser:

  • Rendimiento no satisfactorio, de acuerdo con las expectativas razonables.
  • Las fechas de vencimiento.
  • Cambios en su perfil inversor.
  • Cambios en la situación de los mercados financieros.
  • Desequilibrio de la cartera.

Las entidades están obligadas a enviarle información con carácter periódico para poder realizar este seguimiento.