Antes de invertir (2)Determine su perfil como inversor. Situación financiera La situación financiera es el primer aspecto a considerar, ya que entre otros aspectos determina la cantidad que puede destinar a invertir. Conviene mantener cierta cantidad para atender los imprevistos que puedan presentarse.Aunque este “colchón” variará en cada caso, se recomienda que oscile entre tres y seis veces los gastos mensuales. Se trata de estimar, en la medida de lo posible, las disponibilidades y necesidades de liquidez tanto actuales como futuras: Ingresos (sueldo, pensión, rentas...) Gastos corrientes (luz, teléfono...) Deudas (préstamos personales, hipoteca, tarjeta de crédito...) Obligaciones familiares (hijos...) Compras previstas (vivienda, coche, reformas...) Fiscalidad El endeudamiento es un factor determinante en nuestra capacidad financiera. Revise la cuantía y estructura de sus deudas y valore otras alternativas más económicas. Si los tipos de interés son elevados, puede ser más conveniente ahorrar para comprar un bien que recurrir a los préstamos de cualquier tipo. En el siguiente ejemplo se aprecia el efecto financiero de aplazar las cuotas de la tarjeta de crédito: Ejemplo: El Sr. Martín tiene una tarjeta de crédito con un saldo pendiente de 2.000€, que paga de forma fraccionada mediante 18 cuotas mensuales de 122 € (suponiendo un tipo de interés del 1% mensual, 12,68% TAE). El total de las cuotas es de 2.196 € (122 € x 18 meses). Aplazar el pago, por tanto, le ha costado 196 € (2.196-2.000). Durante esos 18 meses el Sr. Martín mantiene 2.000 € invertidos en un producto financiero con una rentabilidad del 4% anual. Al vencimiento recibe un total de 2.121€. El conjunto de ambas operaciones le habrá costado 75 € (2.121€ obtenidos de la inversión menos 2.196 € de los pagos aplazados de la deuda de la tarjeta). Este es el resultado de haber estado pagando un 12,68% anual sobre la deuda pendiente y haber obtenido sólo un 4% de su inversión. Para que el dinero invertido hubiera generado en el periodo los mismos intereses que ha pagado tendría que haber encontrado un producto con un rendimiento del 6,40% anual -para lo cual, en las condiciones actuales de mercado, tendría que haber asumido un cierto nivel de riesgo superior-. CONCLUSIÓN. En este caso, la decisión más lógica en términos financieros habría sido cancelar la deuda al principio con los 2.000€ disponibles, en lugar de invertirlos. De este modo se hubiera ahorrado 75€. El tratamiento fiscal de las inversiones y del endeudamiento modifican la rentabilidad final, por lo que es importante tenerlo en cuenta. Es importante informarse del tipo al cual tributan los diferentes productos de ahorro, cual es el tratamiento de las plusvalías en caso de reinversión, o si hay una fiscalidad diferente según el plazo de mantenimiento de la inversión. También puede haber un tratamiento fiscal diferente según la finalidad del endeudamiento; por ejemplo, puede tener un trato favorable en la tributación personal del endeudamiento hipotecario. Por otra parte, el nivel de renta y patrimonio de cada inversor puede determinar el mayor atractivo fiscal de unos productos sobre otros. Por ejemplo, tal vez usted prefiere invertir en productos que no le generen rendimientos periódicos para no tributar por ellos hasta el momento en que recupere el capital (en general, diferir los impuestos es preferible a pagarlos inmediatamente).
Para conocer su perfil de inversión debe considerar tres grandes aspectos: su situación financiera en cada momento, su grado de aversión al riesgo y los objetivos que desea alcanzar.
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