Consejos para recordarOpere siempre a través de entidades autorizadas. Opere siempre a través de entidades que cuenten con autorización del organismo correspondiente y que se encuentren inscritas en sus registros.
No compre lo primero que le ofrezcan. Consulte distintas alternativas de inversión hasta que encuentre la que mejor se adapta a sus necesidades. De esta forma asumirá el control y evitará sorpresas desagradables.
Adopte un papel activo en el proceso de inversión. El asesoramiento externo puede ser útil e incluso imprescindible, pero usted es quien tiene la última palabra. Exija a su intermediario toda la información y las aclaraciones que necesite para estar convencido de la decisión que adopta. Recuerde que si las cosas van mal, será usted quien sufra las consecuencias.
No invierta en productos que no entienda. En estos casos no podrá valorar correctamente las características y riesgos del producto y, por tanto, no sabrá si es adecuado para usted.
Tome sus decisiones con calma. Es mejor perder una oportunidad que perder dinero. Desconfíe de quien le hable de oportunidades únicas, y recuerde que rentabilidad y riesgo son dos conceptos que siempre van unidos: no existen productos que ofrezcan una elevada rentabilidad sin asumir también un alto riesgo.
No se deje deslumbrar por productos sofisticados. Con frecuencia lo sencillo es mejor que lo complejo.
Sea disciplinado y no se deje llevar por los movimientos del mercado. Manténgase informado pero no haga caso de los rumores ni de quienes presuman de lograr resultados extraordinarios. Observe distintas fuentes de información hasta que identifique aquellas que le merecen más confianza.
Solicite por escrito y consulte la información oficial de los productos antes de contratarlos. No base sus decisiones sólo en la información publicitaria, y mucho menos en la información verbal. Haga todas las preguntas que necesite para comprender bien las ventajas e inconvenientes de cada alternativa.
Compare las tarifas y comisiones de cada entidad. Los costes operativos afectan a la rentabilidad final de su inversión, por lo que conviene tenerlos en cuenta a la hora de elegir un intermediario.
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