Cambios de titularidadEl ejemplo más habitual en los que hay que hacer un cambio de titularidad es una herencia. Los valores propiedad del difunto deben pasar a sus legítimos herederos. La orden de cambio de titularidad es un trámite complicado, ya que los herederos deben acreditar ante la entidad depositaria que son los nuevos dueños y que han cumplido con sus obligaciones fiscales (impuesto de sucesiones y donaciones), es decir deben acreditar que han cumplido con todos los trámites de la testamentaría.
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